Historia del monumento

   

Edificado en el siglo XIII, el claustro de Fréjus solo tenía entonces un nivel de planta baja. En el siglo XIV se añade la galería superior y el armazón de la planta baja. Este armazón, único en Francia, está decorado con escenas de la vida cotidiana, elementos religiosos y, en particular, con un fantástico bestiario medieval.
 
Otra particularidad de la decoración es que podía ser admirada por todo el mundo. El claustro de Fréjus era de hecho un espacio público por el que los feligreses debían pasar para acudir a los oficios celebrados en la catedral. Por tanto era un espacio animado y ruidoso, muy alejado de la imagen tradicional de los claustros de los monasterios o de las abadías.
 
La visita permite revivir y recobrar ese ambiente tan sorprendente y particular. 

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